Las tutorías con Manel Llecha
han sido en general bastante accidentadas debido en mi opinión a dos motivos:
el primero tiene que ver con el descontento general que había en el grupo de
alumnos del postgrado por el tratamiento de contenidos, ya que como he
comentado en otro escrito, comenzamos el Practicum sin tener una formación técnica elaborada sobre el registro y
análisis de observaciones en las sesiones de Psicomotricidad. Este descontento se
convirtió en varios momentos de las tutorías en frustración que encontraba en
el grupo y en Manel el medio de descarga emocional... la verdad es que creo que
Manel ha hecho un trabajo de contención emocional con nosotros. Por otro lado,
y siendo consecuencia de esto anterior o no, el caso es que los elementos y herramientas
que Manel presentaba en las tutorías para avanzar no se plasmaban en el papel;
pendiente quedaron las lecturas que recomendó como algo opcional (que yo leí y
estaba dispuesto a debatir, pero de las que no realicé ningún escrito ni
resumen), como pendiente quedó la propuesta de explicar una clase (en mi caso
una clase de música que tenía en mente y también grabada en vídeo pero que
tampoco he llegado a plasmar, quizá en el futuro...), y por último y más
importante, pendiente de la siguiente sesión quedaba lo avanzado en la carpeta
de aprendizaje y el proyecto, ya que nuestro trabajo sobre el papel al respecto
fue muy escaso.
En la última sesión de tutoría
Manel nos decía, probablemente por muchas cosas, pero también como consecuencia
de este descontento del que hablaba, que tenía mala conciencia por como habían
ido las cosas... yo creo que nadie debería tener mala conciencia, si acaso más
responsabilidad, pero que cada uno tiene la suya, y de lo que estoy seguro es
que nosotros, los alumnos en ocasiones descontentos, hemos eludido la nuestra
en las tutorías.
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